No es de carne y hueso: El hombre lobo, digo, el japonés sí. Es Tomoo Haraguchi (el japonés), junto a una de sus creaciones. La Semana de cine fantástico y de terror de San Sebastián le dedica una exposición, y ha sido uno de los primeros invitados de esta edición que arranca mañana. Y yo me pregunto, ¿habrá facturado al hombre lobo o ha viajado en business class?
Ya he tenido ocasión de ver la peli inaugural, The alphabet killer, el enésimo asesino en serie, perseguido en este caso por una detective esquizofrénica, cómo está el cuerpo... Y claro, con la excusa de la esquizofrenia, y al tener el espectador el punto de vista de la detective, no sabemos qué es real y qué es fruto de su enferma imaginación, y eso sirve para que el director pueda conducir la trama por vericuetos injustificables desde el sentido común. Y va y encima en la rueda de prensa compara su peli con Corredor sin retorno, la obra maestra de Sam Fuller, que ese sí que justificaba el meternos de lleno en la locura. Imperdonable, la comparación, y floja, la peli: Ya desde que vemos en la primera secuencia a una niña escapando del asesino a trote cansino para no adelantar a la cámara... Pa colmo resultaba un tanto macabro que el director presentara una peli sobre un asesino en serie y violador de niñas con su hija pequeña en el regazo, de una edad parecida a las víctimas de la peli.
Esperemos que de todos los estrenos que vamos a ver esta semana, alguno raye el notable, que tal y como esta el género va a costar, pero no perdamos la esperanza antes de empezar: ¡Que corra la sangre!, ¡pero de mentirijilla eh!