jueves, 18 de septiembre de 2008

Día 1: De mitos y personas

Hablaba yo anteayer del duelo interpretativo entre Russell Crowe y Christian Bale en El tren de las 3:10, y lo ilustraba con un fotograma de la película. Este fotograma ilustra otro duelo, el de la película que inaugura hoy el zinemaldia, The other man. Son Liam Neeson y Antonio Banderas. Y no voy a contar como acaba la partida. No me apetece. Me ha dejado frío cinematográficamente hablando la película de Richard Eyre, y prefiero hablaros de los mitos del celuloide hechos carne mortal estos días en Donosti. Y es que si el arranque del festival cinematográficamente hablando es muy flojo, el plantel de estrellas la verdad es que no está nada mal: Bardem, Woody Allen, Banderas, Jonathan Demme, Mario Monicelli...

No soy muy mitómano. Tengo alguna foto con algún personaje que me resulta entrañable, desde Pilar Bardem a Robert Englund, pero a mi me gustan las películas. Tras salir de la proyección de The other man, y pasar de la rueda de prensa de Banderas, ya me crucé con el y Melanie en Hyde park hace un par de veranos, y sí, iban muy abrazaditos transmitiendo la sensación de ser una pareja enamorada, bueno, pues eso, que ya le he visto en carne y hueso, mientras me dirigía del Kursaal hacía la radio, me he cruzado con Belén Rueda (me ha parecido alta), Joan Chen y Michael Ballhaus, que es con el único con el que me apetecía sacarme una foto, ¿o mejor que la sacara el? Suya es la fotografía de grandes películas como La última tentación de Cristo o el Drácula de Coppola, pero bueno, como es miembro del jurado a ver si le pillo por ahí otro día.

A lo que iba: Estos días vemos por las calles de San Sebastián a gentes que nos han cautivado en la pantalla, pero a veces, me temo que casi siempre, es mejor dejarlos en ella. Me contaba esta mañana un taxista que durante 15 años trabajó en el festival llevando a los invitados de aquí para allá, que muchos de ellos dejaban mucho que desear. Me contaba una anécdota en torno a Almodóvar, recién llegado con su troupe al aeropuerto de Hondarribia, y resulta que no aparecía la maleta de Bibi Andersen. Esta muy tranquila, y Almodóvar gritándole como un energúmeno a la chica del mostrador de Iberia, que cómo se podía perder una maleta en un vuelo directo de Madrid, que a ver si se había caído en Burgos, y la pobre chica que no tenía ninguna culpa intentando capear el temporal, ante un hombre que probablemente admiraba. El trance se solucionó con una tournée por las tiendas más exclusivas de San Sebastián para poder vestir como era debido a la chica Almodóvar en cuestión. O sea que ya sabéis, si os invitan a un festival, id sin maleta y decid que os la han perdido, que os volvéis a casa con fondo de armario nuevo.

Me voy a comer algo rápido, que hay que ver Vicky Cristina Barcelona a las 3, y a partir de las 6, el primer programa del festival. Hasta mañana, y ¡mucho cine!

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