miércoles, 23 de abril de 2008

Madres



Hace unos días me preguntaba en este blog cuando deja uno de ser huérfano, y viendo el lunes en San Sebastián a Mirta Acuña de Baravalle, de las madres de la plaza de mayo, me pregunté cuando deja una de ser madre, de buscar una respuesta a la sinrazón que te ha arrebatado a un ser que es carne de tu carne, una amputación de la que, a la imagen me remito, no te sobrepones nunca. Eran madres. Y abuelas. Y lo seguirán siendo. Y les dolerá como nunca nada les ha dolido. Me dio ganas de darle un abrazo, pero supongo que por pudor no se lo di, aunque tampoco era cuestión de ponerse en plena rueda de prensa a abrazarla, pero bueno, valga este comentario como una muestra de cariño y apoyo, que aunque no podamos devolverles lo que les han arrebatado, el cariño, nunca sobra.

No hay comentarios: