http://www.elpais.com/articulo/internacional/ingenieros/intentan/controlar/refrigeracion/reactores/afectados/Fukushima/elpepuint/20110315elpepuint_11/Tes
Se habla ya de 10.000 muertos, personas que no han podido salvar su vida ante lo inesperado, lo sorpresivo, lo brutal de un terremoto y su posterior tsunami. Pero yo ahora pienso en los 50. Esos 50 trabajadores que saben mejor que nadie que lo que les espera, es la muerte. Bien es cierto que a todos nos llegará tarde o temprano, pero ellos, con su compromiso y entrega, se han echado en brazos de una muerte invisible y silenciosa, que desde ya está robándoles la vida. ¿Cómo fue la selección de esos 50 trabajadores? ¿Alguno se quedó de manera voluntaria? ¿Llamaron a casa diciendo “cariño, no me esperes a cenar”? 50 vidas sacrificadas para intentar salvar millones de vidas, 50 historias que merecen ser recordadas.
miércoles, 16 de marzo de 2011
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1 comentario:
Agregar, que son 50 almas, que agonizarán lentamente. Eso es peor que dar tu vida por una causa y terminar rápidamente.... Es ahí donde está el horror.
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